Como resultado, muchas chicas llegan a la edad adulta sin saber por qué sus vidas parecen ser más complicadas que las de sus compañeros.
Si son de alto funcionamiento, al haber compensado durante la escuela y la universidad sus dificultades con sus muchos puntos fuertes, es más difícil que se den cuenta de que tienen TDAH. En su caso, muy a menudo es cuando sufren Burnout en el trabajo cuando se ven obligadas a analizar por qué gestionan tan mal el estrés. Incluso entonces, hay bastantes mujeres que son tratadas por ansiedad y depresión, trastornos de la alimentación y/o del sueño, adicción, etc. sin que sus psiquiatras se den cuenta de que la causa subyacente de sus dificultades es el TDAH.
Debido al fuerte impacto social y personal del TDAH en las mujeres es tan importante la identificación y el tratamiento tempranos. Para lograr este objetivo, es necesario que los profesionales sanitarios y la sociedad en general comprendan mejor los indicadores (síntomas). Hay que saber que un rendimiento académico satisfactorio no debería descartar un diagnóstico de TDAH. Queremos cambiar esto.